jueves, 8 de enero de 2009

claroscuro

se puede sombrear un paisaje o sombrear un cuadro oscurecer la calle ennegrecer las palmeras ocultar la tierra y desde lo lejos taparla con una palangana se puede tintar una parte de la mano pintarrajear la esquina cubrir la costa dejar una sombra china detrás de la ventana se puede dibujar petróleo con los pájaros sacar siluetas grises y manchas de los coches beber café sin servilleta y hacer un retrato en blanco y negro se puede forzar el color de las teclas pequeñas de los pianos lamer tacos de ébano montar yeguas brillantes y cazar pumas solitarios se puede dividir el mundo o enterrar en una caja puñados de aguacates

pero lo que no se puede y eso es indiscutible

es dejar una cara entregada al claroscuro y que nadie imagine que del otro lado ya no existe nada



octavio pineda

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Mis reverencias, señor poeta. Yo (huelga decirlo) no lo hubiera dicho mejor.

Anónimo dijo...

Se puede tomar un retrato incómodo del difunto señor H, que no se sabe a quién mira ni para qué ni desde dónde, y convertirlo en lo que tú quieras. Y que encima tenga vida. Se puede, se podrá, digo yo, pero fácil no es.