Y, en un principio, el cine procuraba imitar con todas sus fuerzas a la vida. No era fácil, claro: las películas eran mudas, en blanco y negro, demasiado cortas.
¿Cuándo tuvo lugar ese instante en que la vida comenzó a imitar al cine y a olvidarse de ella misma? Al final, la memoria no es otra cosa que el guión de nuestra vida. Based on a true story, sí, pero llena de alteraciones que benefician el ritmo y el interés y las posibilidades dramáticas de la trama y nuestro escaso e insuficiente talento actoral. La memoria es esa herramienta que utilizamos para poder olvidar.
El cine es la amnesia.
Rodrigo Fresán, Jardines de Kensington
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