domingo, 7 de diciembre de 2008

Texto VI

EUGENIA: Si esto es así, cuanto más agitadas queramos estar, más desearemos conmovernos con la violencia, más rienda suelta habrá que dar a nuestra imaginación en las cosas más inconcebibles; nuestro goce mejorará entonces en razón del camino que haya hecho la cabeza, y…
DOLMANCÉ, besando a Eugenia: ¡Deliciosa!
SRA. DE SAINT ANGE: ¡Qué progresos ha hecho la bribona en tan poco tiempo! Pero ¿sabes, encanto, que se puede ir lejos por el camino que nos trazas?
EUGENIA: Así lo entiendo, y puesto que no me he impuesto ningún freno, ya ves a dónde sospecho que se puede llegar.
SRA. DE SAINT ANGE: A los crímenes, malvada, a los crímenes más negros y más horribles.
EUGENIA en voz baja y entrecortada: Pero tú dices que no existen… y además, sólo es para calentarse la cabeza, no se hace nada…
DOLMANCÉ: ¡Es sin embargo, tan dulce, hacer lo que uno ha imaginado!


Sade. La filosofía en el tocador.

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