martes, 2 de diciembre de 2008

Ficciones

La verdad es que me costó horrores pero al fin llegué. Cogí un avión de 2 plazas, volando de noche, sin saber pilotar, en medio de una tormenta bajo un suelo azul (Este continente es azul de noche), para ser África (Hispanoamérica no me valía porque empezaba a estar preocupada en las estupideces de Europa y América del Norte). Y todo para que fuera ella la que narrara sobre esta pregunta:

¿La realidad es una ficción, una mentira linda muy mal contada, pero que muy mal narrada, o simplemente, y que valga el simple sin resultar absurdo, una verdad simplona? 

Era un pregunta a la imaginación de África, a la mala realidad por antonomasia. África podía contestar con una verdad o con una mentira:

A Chucré y Amín se lo habían quitado todo. Los dos eran argelinos, con todo el peso que configuraba eso para ellos. Su Argel era el lugar más hermoso de la tierra, donde estaba Mamá, la hermana, los hermanos y Papá, pero Argel era a la vez un perro rabioso, moribundo, donde no había manera de encontrar un trabajo, de hacer una vida que no fuera absurda. Por eso, escribieron un pequeño capítulo que no se puede narrar, porque se repite al menos 200 veces al día, y llegaron a Barcelona. 

Todo por un trabajo, para ganarse la vida. Porque es la realidad la que elige como un elemento fundamental de cualquier personaje, exactamente 12 palabras de las 24 que debe tener cada frase del cuento, que se dedique a un trabajo.

Chucré es pastelero pero su dulzura choca con la repostería catalana. Amín es futbolista, como Zizou, pero una mala patada le dejo la rodilla maltrecha y le rompió la imaginación que para bien o para mal se escribía con un pie. Ahora Amín estaba en Marsella, y Chucré lo echa de menos. 

A.León

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Me entran ganas de robarte cosas, de meter la tijera y llevarme cachos enteros de lo que dices, como una urraca buscando brillos. Pero me aguanto.

LaURa dijo...

Me encanta Chucré. Parece Sucreé. Pastelero el tío. O dulcero, que me gusta más.
Cualquier día me cuentas una verdad y no me la creo.

Anónimo dijo...

Menos mal que las otras 12 las podemos elegir, que si no...

Anónimo dijo...

A África no le costo mucho. Sucreé encontró hoy trabajo en una pastelería, de dulcero, de pastelero. Pero parece que lleva un poco mal ya lo de tener que levantarse a las 7 de la mañana. Mientras Amín ,que trabaja en un Mercadona de Marsella sólo los lunes, se está replanteando volver a Barcelona. Parece que echa de menos esconderse en el Raval, y salir de noche a jugar al fútbol y a hablar con Sucreé a la Barceloneta.
Por cierto quien roba a un ladrón...
12 palabras:
Las otras 12 palabras, y son muchas, creo que son para anónima.

Anónimo dijo...

Le trajiste suerte al hombre del azúcar, qué bien...
Haz el favor de escribir algo sobre una urraca que se saca una oposición. O una lotería, mejor. Anda.